La función principal del aceite es impregnar las diferentes piezas del motor y caja de cambios con una fricción elevada, a la vez ha de repartirse por conductos de forma eficaz manteniendo un circuito de lubricación y filtrado constante desde el arrancado hasta el apagado. Si éste sistema falla, se pone en peligro el funcionamiento del motor.
¿Cómo és el proceso? El aceite empieza a expandirse desde la parte inferior, el cárter, mandando presión mediante la bomba de aceite a través de conductos diferentes, hasta todas las piezas del motor que requieren el tipo de aceite. Es importante saber que cuando rellenamos aceite o arrancamos el motor, hay que esperar un intervalo de tiempo determinado para revisar el nivel de aceite.
El filtrado del aceite se encargará de retener a las partículas que puedan ser dañinas para el motor. Es un factor que tenemos que tener siempre en cuenta cuando hablamos del mantenimiento del motor. Recomendamos sustituirlo cen motor cada 10.000/15.000km o 12/18 meses (dependiendo vehículo) y en caja de cambios cada 60.000/80.000 km o 72/84 meses.

Los hay sintéticos y minerales. Lo principal es saber que tipo de aceite debemos utilizar para un funcionamiento óptimo y evitar problemas con nuestro motor o caja de cambios. Eso significa que debemos informarnos de la normativa que requiere el fabricante a través de «Society of Automotive Engineers», como con la normativa del índice de viscosidad (SAE) con la expresión “densidad / viscosidad”.

Hay fabricantes de aceites que incorporan aditivos químicos para una mejora en el rendimiento del motor. Por ejemplo: un aceite 5W30 C3, que es recomendado para muchos motores actuales, es un aceite con un índice de densidad relativamente bajo, emite menos contaminación al exterior mediante el sistema de escape con el filtro de partículas, lubrica ligeramente el turbocompresor y es más duradero en el mantenimiento.